Así verás con Google Glass
¿Realidad o ficción? Google cada vez se reinventa más hasta hacernos pensar si este nuevo proyecto es verdad o solo fruto de nuestra imaginación. Las Google Glass o gafas de la realidad aumentada se engloban dentro de un programa de investigación y desarrollo que la marca ha llamado Project Glass.
El término realidad aumentada se usa para definir una visión directa o indirecta de un entorno físico del mundo real. Combina elementos virtuales con reales, con lo que se consigue la creación de una realidad mixta en tiempo real. No se le puede llamar realidad virtual, ya que utiliza información física ya existente que luego mezcla con virtual, es decir, sobreimprime los datos informáticos al mundo real.
Tras el anuncio del vídeo publicitario que Google ha lanzado para presentar las nuevas gafas, nos podemos hacer una idea de cómo funcionan, cómo son estéticamente y todas las posibilidades que nos brindan ante nuestros ojos. El objetivo de Google es que los usuarios de Smartphone puedan ver la información que necesiten, utilizando internet, sin la necesidad de usar las manos.
El prototipo se ha construido sobre un marco de titanio y su peso es parecido al de unas gafas de sol convencionales. Cuentan con una cámara integrada y una pantalla muy pequeña, del tamaño de un sello, situada a la altura de nuestro ojo derecho desde la que podremos proyectar contenidos de todo tipo: imágenes, grabar y ver vídeos, guiarnos con el GPS, consultar el correo electrónico, conectarnos a internet… Todo ello mediante comandos de voz, algo parecido a lo que hace el Siri, aplicación que tienen los teléfonos móviles de iPhone. Para enviar una orden al dispositivo, el usuario tiene que indicarle la tarea que quiere realizar iniciando la frase con el comando clave “OK glass”. Por ejemplo: “Ok glass, toma una foto”. El sistema operativo será, evidentemente, Android.
Las Google Glass todavía no están a la venta pero se estima que su precio oscilará entre los 500 y 1000 dólares (400 – 800€). Las previsiones son que, para el 2014, comenzarán a comercializarlas entre los consumidores.
Ahora, el siguiente paso del gigante de Silicon Valley es conseguir estilistas que le asesoren para poder convertir el gadget en un complemento más en nuestro vestuario. Quién nos verá por la calle hablando solos, con unas gafas de ciborg, con monturas fosforitas y tropezándonos con las farolas por estar mirando lo que no debemos.
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